En las distintas comunidades mezcaleras de Oaxaca la mayoría de los pobladores saben trabajar la tierra, cosechar el maguey y también conocen las técnicas de la producción de mezcal. Pero no todos cuentan con una destilería, por lo que se van “a medias” en la producción con el dueño de los trastes o alambiques.
Antes del actual boom mezcalero, hubo un auge comercial del mezcal en los años 70s. La demanda era tal que se empezaron a producir grandes cantidades descuidando y adulterando el producto final hasta convertirlo en una bebida barata y corriente.
Así la mayoría de los jóvenes productores se apresuraban a obtener el “mezcal” y resultaba ser un chorro alcoholoso e incipiente; sin embargo hubo personas que resguardaron las antiguas costumbres, y así cuando era turno del anciano para utilizar la destilería, su mezcal era de sabor indescriptiblemente hipnótico.
Los jóvenes decían que era un brujo, un hechicero, él era “EL MAGO DE LAS MONTAÑAS”.
MISIÓN
Proyecto sobre destilados. Ocupado en el reconocimiento de la diversidad de la bebida espirituosa y espiritual; así como en sus actores. Ya sean estos quienes los consumen, pero en especial quienes los hacen realidad.
VISIÓN
Que la magia llegué a quienes necesiten alivio, festejen alegrías o despidan cariños. Que el AGUA DEL SOL se brinde sin pretenciones y honrando a quienes son artífices de su esencia y que, como desde tiempos memoriales, sea accesible a quienes lo dotan de divinidad.
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